Mi casa en obras!!

Por fin tenemos el armario puesto. Ya está, hecho, colocado, y pagado. Y en uso. ¡Qué buen trabajo han hecho! Os pongo fotos del antes y el después. La habitación originariamente tenía unos muebles corrientes de Ikea, que los compramos provisionales, para un par de años, y han dado un resultado estupendo durante casi 14 años... (Ohhhh!!! ).  Al final lo provisional suele quedarse mucho tiempo. Y no se han quedado más simplemente porque ya no cabe la ropa, que no es desde luego por falta de calidad. Tuvimos que vaciar el armario y la cajonera, y trasladarlos a otra habitación para dejar hueco. Y después empezó la faena de los carpinteros. Primero hicieron el armario en el taller. Y ya después se montó en casa. Os dejo las fotos. Montaje en casa:  Resultados, distintas vistas:

Para paliar el disgusto del retraso en la instalación del gas, ayer me llamó el carpintero que el armario de arriba ya está. Me lo traen el lunes, que no trabajo, así no hace falta que deje la llave a nadie. Dentro de un rato me pondré a vaciar el armario actual y trasladarlo a otra habitación para dejar hueco. También tengo que mover las camas. Así el lunes cuando vengan lo tengo todo dispuesto. Os prometo que no veo el momento de tenerlo colocadito y todo ordenado. El armario viejo lo donaré a alguien que lo quiera o necesite. Aún está perfecto. Lo que pasa es que se ha quedado pequeño, nada más. ¿Lo quieres?

Octubre 2017 Bien, como veis estamos en octubre de 2017, a punto de cumplir dos años de la compra, y no hemos empezado ni tenemos nada claro. ¿Qué nos pasa? Miedo. No hay más. Así que he decidido ponerme un poco en serio ya con el tema. Y es que al final cuando tenemos mucho trabajo es muy difícil sacar tempo para mirar lo de la obra. O estamos tan cansados que no hay ganas. Y estamos en una etapa de especial estrés porque yo ahora trabajo muchas más horas y  esto es una locura de conciliación... Así que he pensado empezar por lo fácil. En la habitación actual de las niñas hay una armario de Ikea que compré cuando eran bebés. Han pasado 14 años y su ropa ha crecido mucho en tamaño y en volumen (y en cantidad...). Y no les cabe nada a las pobres. Tienen que compartir y es que es verdad que no hay espacio. Claro, luego me quejo del desorden pero es que es difícil tener las cosas ordenadas cuando no hay sitio para ordenarlas... Así que me he lanzado. En septiembre llamé a